Datos de la autora:
Katherine L. García
Estudiante de Licenciatura en Arqueología
San Salvador, 2016
Desde el inicio de
los tiempos, el ser humano ha demostrado interés en conocer su pasado y es
entonces cuando la arqueología empieza a verse como un método de conocer este
pasado. A pesar de ello, la arqueología es una disciplina compuesta por
diferentes opiniones respecto a su objetivo y en la forma en la que se debe
llegar a estos objetivos; por ello, Trigger (1992) realiza un estudio sobre la
importancia del estudio de la historia de la arqueología en el que plantea que un enfoque histórico permite
examinar las interpretaciones arqueológicas y relación con su medio social y
cultural. Actualmente el estudio de la arqueología es vista popularmente
irrelevante para la resolución de problemáticas contemporáneas por lo que estoy
de acuerdo con que el estudio de la historia de la arqueología y la arqueología
como tal es muy importante pues a partir de ella se puede encontrar la solución
a problemas que han estado presentes en diferentes épocas y Áreas geográficas.
Trigger (1992)
propone también que en el pasado los arqueólogos emplearon teorías que si bien
no cuentan con un origen que constituya lo que Kuhn denomina un paradigma de
investigación, formaban algún tipo de marco teórico; D. L. Clarke (citado en
Trigger 1992) aporta a esta idea describiendo la arqueología en un estado pre
paradigmático considerándola una indisciplinada disciplina empírica. Personalmente
considero que si bien en un inicio la arqueología carecía de un método sistemático
para su desempeño, en los últimos años ha llegado a desarrollarse como una
ciencia constituida por teorías, métodos, sistemas y con unas herramientas e instrumentos
determinados. Es posible que Clarke afirme lo anterior debido la complejidad
que tiene la arqueología dado que sus métodos y teorías varían tanto en el
tiempo como en el área geográfica en el que se desempeñe pero el mismo Trigger
afirma que la teoría arqueológica no es lineal o predecible pues se adecua a
las necesidades que el arqueólogo observe y a los nuevos descubrimientos con
respecto a los nuevos datos arqueológicos sobre el comportamiento humano por lo
que considero que el concepto de Clarke sobre la arqueología es erróneo.
Toulmin (citado en
Trigger 1992), respalda la idea de que ciencias como la arqueología
experimentan cambios graduales o progresivos por lo que se afirma que es una
ciencia cuyo crecimiento es acumulativo con respecto a su conocimiento del
pasado y dicho crecimiento no puede ser lineal pues dependerá de los nuevos
descubrimientos y este cambio puede ser paulatino como propone Trigger. En mi
opinión en el caso de que el descubrimiento sea muy significativo y contradiga
una idea ya aceptada por muchos arqueólogos, un cambio puede llegar a ser
considerado como radical pues ocasionalmente los arqueólogos pueden llegar a fracasar
con el desarrollo de sus ideas o con la interpretación de los datos dado que
sus interpretaciones pueden llegar a ser influenciadas por sus creencias, su
entorno y su cosmovisión por lo que es necesario desarrollar con mucha atención
y precaución las interpretaciones arqueológicas.
El planteamiento de
Toulmin (citado en Trigger 1992), es contradicho por Kuhn (citado en Fernández
2000, p. 21) afirmando que “la ciencia no
avanza de forma continua y acumulativa, sino por cambios bruscos y rápidos
llamados “revoluciones científicas”, separados por periodos más largos de
“ciencia normal” en los que domina un “paradigma” científico” idea en la
cual considero que tiene más razón Toulmin pues un conocimiento científico es
desarrollado conforme se va obteniendo la información y dependiendo de las
interpretaciones que se vayan tomando en cuenta para un estudio por lo que
hasta cierto punto una ciencia puede avanzar de forma continua y acumulativa,
pero esto no debe ser necesariamente así ya que toda ciencia va evolucionando,
se van creando nuevos métodos, herramientas, sistemas, etc. por lo que todo
conocimiento debería estar abierto a ser modificado.
Otro factor que incide
dentro de la interpretación arqueológica es su diversidad regional pues
dependiendo de la escuela a la que sigan los arqueólogos así serán sus
interpretaciones e investigaciones considerando que se han observado
tradiciones regionales en la interpretación arqueológica e incluso es algo que
se puede observar al estudiar los informes de los arqueólogos de un mismo país
como por ejemplo El Salvador, donde la arqueología ha sido desempeñada por
arqueólogos de diferentes nacionalidades y corrientes por lo que si vemos por
ejemplo los informes de excavaciones en el área de Chalchuapa, nos
encontraremos con diferentes métodos aplicados para las investigaciones y con
diferentes formas de plantear y formular una interpretación. Trigger (1992)
afirma que las causas de estas diferencias no han sido estudiadas, pero Kuhn
(citado en Fernández 2000) afirma que para la interpretación de nuevos datos,
inciden los motivos psicológicos, religiosos, prácticos y políticos de una
persona y a eso debo de agregar factores como los sentimientos o emociones, los
antecedentes con los que se cuentan y sus interpretaciones.
Trigger (1992),
afirma también que los positivistas consideran que todo dato analizado por
métodos científicos será válidos e independientes de las creencias o prejuicios
del investigador; a pesar de ello, otros arqueólogos consideran que las
condiciones sociales no solo influyen en los resultados sino también en las
preguntas. El planteamiento que hace Trigger me parece muy acertado pues se
quiera o no, las condiciones sociales de un investigador influyen constantemente
dentro de sus estudios y es por ello por lo que actualmente se conocen
diferentes escuelas arqueológicas como las propuestas por Gosden (1999) quien
explica la escuela británica y la americana y establece las diferencias de
estas escuelas.
La idea de que las
condiciones sociales de un investigador está influenciada por las condiciones
sociales de su entorno está planteada también por Jürgen Habermas y Herbert
Marcuse (citados en Trigger, 1992) por lo que es posible afirmar que las
condiciones sociales no son las únicas que influyen dentro de los estudios de
los investigadores considerando que aspectos como los conceptos que este maneja
son de igual importancia por lo que al momento de realizar una investigación es
necesario contar con una información de diferentes puntos de vista; de este
modo, las investigaciones serán mucho más integras y la influencia que pueden
llegar a ejercer factores como el contexto social podrían disminuirse.
A diferencia de lo
planteado por Trigger (1992) sobre la influencia que ejercen las condiciones
sociales ante una investigación, debo discrepar un poco pues si bien, considero
que si ejercen una influencia significativa, no debemos olvidar que los
contextos sociales, las creencias, valores, conceptos y principios pueden ser
modificados, influenciados y muchas veces controlados por lo que una
investigación no siempre es influenciada por estos aspectos y el conocimiento
al respecto para con los investigadores debe ser necesario, de este modo se
pueden buscar alternativas que disminuyan el efecto producido por su contexto
social o cualquier otro factor que podría incidir en la investigación.
Una metodología con
la cual se puede disminuir el efecto producido por el contexto social en el que
vive y trabaja un investigador puede ser lo propuesto por Trigger (1992) con
respecto a los datos arqueológicos, afirmando que los datos y el método que se
toman en cuenta para una investigación dependen del investigador por lo que es
el quien decide la perspectiva de su investigación por lo que en mi opinión no
debe ser tomado tan a la ligera la elaboración de una investigación dado que es
necesaria la realización de un estudio preliminar para determinar si se cuenta
con la información necesaria y en caso de no tenerla, si es posible obtenerla
por medio de la investigación. Muchas veces, basta con la elaboración de un
plan de trabajo o de unos antecedentes para iniciar con el proceso de
disminución de los efectos producidos por factores como el contexto social para
con la investigación.
En conclusión, considero que desde el momento en que la
arqueología contó con teorías y un método, debe ser considerada una ciencia
cuyo proceso ha sido en su mayoría un proceso lineal y acumulativo que ha ido
creciendo y haciéndose más integra y mejor con el paso del tiempo debido a los
nuevos descubrimientos. Asimismo, considero que si bien una ciencia puede ser
producto de un proceso acumulativo, no necesariamente debe ser así pues puede
ser un proceso no acumulativo dado que no siempre se cuentan con precedentes de
un mismo aspecto en una investigación arqueológica. Opino también que en
algunos momentos hay descubrimientos que producen cambios bruscos y
revolucionarios por lo que un arqueólogo debe estar atento a las
investigaciones que preceden a la propia y debe conocer los aspectos que
podrían influir en su investigación para poder buscar formas alternativas que
disminuyan dicha influencia.
Referencias
Fernandez, V. (2000). Historia de la Arqueologia. En
V. Fernandez, Teoria y Metodo de la Arqueologia (págs. 21-38). Editorial Síntesis: Madrid.
Gosden, C. (1999). Anthropological
Archaeology and Archaeological Anthropology. En C. Gosden, Anthropology
& Archaeology: A changing relationship (págs. 1-11). Londres:
Routledge.
Trigger, B. (1992). La Importancia de la Historia de la
Arqueología. En B. Trigger, Historia del Pensamiento Arqueologico
(págs. 13-35). Barcelona: Editorial Crítica, S.A.
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